Al migrar, dejamos atrás algo más que nuestras tradiciones, raíces y familia: dejamos también la certeza de nuestros derechos. La falta de información, el desinterés, los pocos o casi nulos mecanismos de protección, el olvido institucional, sumada a la distancia con los entes correspondientes, hace que en ocasiones nuestros derechos se vulneren sin ni siquiera notarlo.
Hoy a través de este artículo quiero levantar la voz en nombre de aquellos que aún no conocen sus derechos y los que, incluso sabiéndolos, no saben cómo exigirlos. Aquí te cuento cuáles son los derechos de los colombianos en el exterior, qué leyes y tratados los respaldan y cómo ejercerlos.
Derechos reconocidos por la ley colombiana
A través de los años, Colombia ha aprobado diversos tratados que posibilitan una participación equitativa, justa e igualitaria y que permiten el reconocimiento y representación de los colombianos en el exterior.
La Ley 1465 de 2011, fue un avance importante en el reconocimiento del colombiano migrante como sujeto político, social y legal. Esta normativa garantiza medidas de protección, representación y participación política de los colombianos residentes en el exterior.
Entre sus puntos más importantes se encuentran:
1. Apoyo consular
Los consulados no son solo oficinas de extensiones y trámites: son nuestras embajadas de dignidad, de representación.
Están en la obligación de:
● Expedir documentos como pasaportes, actas de nacimiento, registros civiles, entre otros.
● Brindar asistencia jurídica y acompañamiento en casos de detención o problemas legales.
● Respaldar el respeto integral y la protección de los Derechos Humanos, de los colombianos que residen en el exterior y sus familias
● Activar el Plan Retorno para quienes deseen volver voluntariamente a Colombia con apoyo institucional.
2. Participación electoral y política
Todo colombiano en el exterior tiene derecho a:
● Votar desde donde se encuentre en elecciones presidenciales, legislativas y consultas.
● Participar en espacios de consulta, deliberación y representación política, incluso desde fuera del país.
3. Derechos laborales, educativos y de salud
El Estado colombiano reconoce que:
● Los colombianos en el exterior tienen derecho a la educación, la atención médica y condiciones de trabajo dignas, especialmente cuando existen tratados bilaterales con el país receptor.
Estos no son privilegios, son derechos fundamentales
Respaldo internacional: tratados que protegen nuestros derechos
La legislación nacional no es la única que nos ampara. Existen convenios internacionales ratificados por Colombia que refuerzan nuestros derechos como ciudadanos globales. Conocerlos es vital para saber qué exigir y cómo actuar ante vulneraciones.
Constitución Política de Colombia (1991)
El Artículo 3 de la Constitución establece:
“La soberanía reside únicamente en el pueblo, del cual procede el poder público…”
Esto significa que el poder político del país también está en tus manos, aunque vivas fuera de él. La ciudadanía no tiene fronteras. Migrar no borra tus derechos, participar políticamente, denunciar injusticias… es parte de nuestra soberanía.
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948)
Emitida por la Asamblea General de la ONU, en París, esta declaración establece principios fundamentales de dignidad humana y es la base de distintos marcos democráticos.
Uno de los más relevantes para nosotros como migrantes es el Artículo 21, en donde se establecen los derechos a:
● Intervenir en la administración nacional (gobierno del país), de manera directa o a través de sus representantes.
● Acceder en condiciones de igualdad a cargos públicos.
● Votar en elecciones justas, universales, periódicas, libres y con voto secreto ¡Tu voz y tu voto cuentan!
“Pacto de San José de Costa Rica (1969)”- Convención Americana sobre Derechos Humanos
Este acuerdo reafirma los fundamentos de libertad de movimiento y participación política:
Artículo 22: Derecho de circulación y residencia
● Derecho a transitar y residir libremente en cualquier Estado siempre y cuando no sobrepase sus disposiciones legales.
● Derecho a salir de cualquier país, incluido el propio de forma libre.
● Derecho a buscar asilo en caso de persecución. Nadie puede restringirte esto, salvo por razones legales justificadas.
Artículo 23: Participación política
● Derecho a participar, votar y ser elegido en la dirección de asuntos públicos.
● Acceso a funciones públicas en condiciones de igualdad.
Estos derechos no son solo leyes escritas. Son normas internacionales que los Estados deben cumplir.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1976)
Colombia también es parte del PIDCP (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos), el cual en su Artículo 25 establece:
● El derecho de todo individuo a contribuir en asuntos públicos, votar y ser elegido.
● El derecho al acceso igualitario a funciones públicas.
● La obligación del Estado de garantizar elecciones auténticas, libres y periódicas.
Solo el que conoce sus derechos puede defenderlos
La cruda verdad: el problema no es que no tengamos derechos. El problema es que los desconocemos, no los exigimos o nos los niegan ¿Cuántos connacionales ignoran que tienen derecho a votar desde el exterior? ¿Cuántos otros se han sentido desprotegidos, sin representación? ¿Cuántos más han acudido al consulado y han sido ignorados?
Esto debe cambiar. Y empieza por algo muy sencillo: conocer lo que nos pertenece.
Llamado a la acción
La lucha por nuestros derechos no termina al salir del país. Como colombiano migrante, tú también haces parte de Colombia. Aportas remesas, saberes socioculturales, políticos. Exigir tus derechos no es un favor que te hace el Estado: es un deber que tiene contigo. Aquí algunas acciones concretas que puedes tomar:
1. Infórmate sobre las funciones de tu consulado local.
2. Participa en elecciones. Regístrate para votar desde el exterior.
3. Acude a tu consulado si sientes que tus derechos han sido vulnerados.
4. Participa en grupos de colombianos en el exterior que defienden derechos colectivos.
5. Difunde esta información a otros connacionales que lo necesitan. Los derechos de los colombianos en el exterior están consagrados en la ley, en la Constitución y en tratados internacionales.
Pero como toda lucha social, necesitan vigilancia, conciencia y acción colectiva. Nuestros derechos no tienen fronteras. Nuestra identidad no se pierde con la distancia. Nuestra voz no puede seguir ignorada.
Este es un llamado a la acción. A los que viven fuera, como yo. A los que sienten que el país se olvidó de ellos. Colombia también es tuya. Colombia también te debe respuestas. Migrar no nos quita la ciudadanía. No nos quita el derecho a votar, a participar, a vivir con dignidad.
Somos millones. Y merecemos ser escuchados.
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