A pesar de que Colombia cuenta con más de cinco millones de ciudadanos viviendo fuera del país irónicamente su representación política en el Congreso es irrisoria: una sola curul en la Cámara de Representantes y ninguna en el Senado. Este déficit contrasta drásticamente con las medidas adoptadas por otros países latinoamericanos como Perú, Venezuela o República Dominicana, que han fortalecido el vínculo político democrático con sus diásporas. ¿Por qué el estado colombiano sigue rezagado? ¿Qué están haciendo mejor otros países?
Quédate, en este artículo te lo cuento.
Respaldo Constitucional
Si bien, la Constitución Política colombiana reconoce, desde 1991, el derecho al voto para los colombianos en el exterior. Esta inclusión formal no ha tenido su correspondiente desarrollo práctico en cuanto a representación política. Debido a que actualmente, no hay ni una sola curul para el Senado y tan solo una curul en la Cámara de Representantes está asignada para representar a los migrantes.
De acuerdo con el mismo criterio de distribución de curules usado en el artículo 176 de la Constitución para las circunscripciones territoriales (dos representantes por cada circunscripción y uno más por cada 365.000 mil ciudadanos), los colombianos en el exterior deberían tener al menos 18 representantes. Sin embargo, la realidad dista mucho de esa lógica democrática.
¿Cómo lo hacen otros países?
La comparación internacional revela la gravedad de la subrepresentación política colombiana. Países con diásporas más pequeñas, o incluso similares, han implementado modelos más incluyentes y eficaces.
Italia: un sistema sofisticado y regionalizado
Italia asigna 12 diputados y 6 senadores a sus ciudadanos en el exterior, organizados por regiones geográficas (Europa, América del Norte y Central, América del Sur, y el resto del mundo). Esta circunscripción exterior permite a los migrantes votar por candidatos que realmente conocen su realidad.
Francia y Portugal: integración estructural
Por otro lado, Francia otorga 12 curules a su diáspora en la Asamblea Nacional, mientras que Portugal reserva 4. En ambos casos, los migrantes no solo votan, sino que también participan activamente en la toma de decisiones legislativas.
México: inclusión y voto electrónico
México garantiza al menos una curul migrante en su Cámara de Diputados. Esta política, sumada al voto electrónico y postal, asegura una participación más activa, directa y real a su ciudadanía.
América Latina: Perú, República Dominicana y Venezuela trazan el camino
Perú: avances legislativos concretos
En 2021, Perú aprobó la creación de dos curules en el Congreso exclusivamente para sus ciudadanos en el exterior. La diáspora peruana, estimada en más de 3 millones quinientos mil personas, ahora tienen representación directa en el poder legislativo.
Este cambio fue impulsado por años de presión de organizaciones migrantes y ha sido celebrado como un avance sustantivo en derechos políticos y equidad democrática.
República Dominicana: representación regionalizada
Desde 2012, República Dominicana cuenta con 7 diputados en el Congreso que representan a sus migrantes, divididos en tres circunscripciones especiales del exterior: América del Norte (Canadá y Estados Unidos), parte del Caribe y América Latina y Europa. Esto ha facilitado no solo la representación formal, sino la gestión de políticas migratorias más cercanas a la realidad de los dominicanos en el exterior.
Venezuela: presencia simbólica y organizativa
Aunque Venezuela no cuenta aún con curules dedicadas exclusivamente a los migrantes, sí permite votar en elecciones presidenciales y referendos desde el exterior. Más allá del aspecto legal, los venezolanos han construido mecanismos de participación paralela como elecciones primarias en el exilio, demostrando un elevado nivel de movilización política en la diáspora. Esto, aunque no institucionalizado del todo, marca una diferencia cultural en términos de participación política activa frente a Colombia.
¿Y Colombia? El contraste es desesperanzador.
Aun cuando es evidente la necesidad que tiene la comunidad migrante de contar con una representación política propia en el exterior, más próxima a su realidad y que garantice la protección de sus derechos e intereses, a la hora de la verdad el contraste es abrumador.
Pese a que algunos países han optado por darle prioridad a su estructura legislativa con el propósito de brindar a la población migrante la protección de sus derechos en el exterior, también se refleja que Colombia se encuentra al final de la tabla en porcentaje de representación política.
En el siguiente cuadro comparativo se muestra tanto el número de curules como el número de representantes que tiene cada país y que realmente debería tener conforme a lo que la ley dispone.
País | Representantes migrantes | Total de curules | % Representación |
---|---|---|---|
Francia | 12 | 925 | 1,297% |
Italia | 12 | 600 | 2,00% |
México | 10 | 500 | 2,00% |
Argelia | 8 | 137 | 5,83% |
Croacia | 6 | 151 | 3,97% |
Ecuador | 6 | 137 | 4,38% |
Cabo Verde | 6 | 102 | 5,88% |
Panamá | 6 | 71 | 8,45% |
Portugal | 4 | 230 | 1,739% |
Angola | 3 | 220 | 1,364% |
Mozambique | 2 | 250 | 0,800% |
Colombia | 1 | 296 | 0,338% |
Esta situación es aún más grave si se toma en cuenta que Colombia es el tercer país con mayor número absoluto de migrantes de la lista, solo superado por México y Venezuela.
Lo que Colombia podría adoptar
A partir de los mejores casos internacionales, Colombia podría:
1. Aumentar las curules para el exterior: Pasar de 1 a al menos 2 curules en la Cámara de Representantes, más 1 o 2 en el Senado.
2. Dividir la representación geográficamente: América, Europa y resto del mundo, como en Cabo Verde o Italia.
3. Facilitar el voto digital o por correo: Para garantizar mayor participación, especialmente en regiones con difícil acceso a consulados.
4. Difusión de los espacios de diálogo de la MNSCM: Anunciar de manera oportuna a la comunidad colombiana migrante como inscribirse y de qué forma participar en las sesiones de socialización de la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones.
5. Crear Consejos Consultivos Migrantes: Que asesoren al Congreso sobre políticas para la diáspora, más próxima a la realidad de la población colombiana en el extranjero.
Más que votos: aportes económicos y sociales de los migrantes
En 2023, los colombianos en el exterior enviaron remesas por más de 10.000 millones de dólares, según datos del Banco de la República. Estas transferencias representan la segunda fuente de ingresos del país, solo superadas por el petróleo.
Pero los aportes no son únicamente financieros. Los migrantes colombianos participan en redes científicas, culturales, académicas y empresariales en el mundo. Son embajadores del país y agentes de desarrollo, innovación y diplomacia cultural.
Conclusión: una deuda pendiente con los colombianos en el exterior
Para finalizar, Colombia debe reconocer con hechos, y no solo con palabras, el valor de su diáspora en el extranjero. En un mundo cada vez más unificado, negar la representación adecuada a millones de colombianos en el exterior no solo es una injusticia democrática, sino un error estratégico. La representación política de República Dominicana, México, Perú o incluso de países Europeos como Italia y Francia, demuestran que sí es posible construir una democracia que incluya a quienes, aunque viven fuera de su territorio, siguen aportando y perteneciendo a la nación. Es hora de que el Estado Colombiano actúe.
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